BiblioPiscinas

Hace años trabajé durante el verano en la bibliopiscina de Espinardo. Por aquel entonces el personal estaba subcontratado con Alquibla, con todos los problemas que ello implicaba.
El proceso era siempre el mismo, todos los días había que recoger la prensa en el kiosco con el que se hubiera llegado a un acuerdo, montar unos puestos de cartón, colocar libros, periódicos y revistas y atender a quien los pidiera.
Hacía calor y algunos usuarios de la piscina se cachondeaban de la existencia de la bibliopiscina, decían que nadie la usaba. No voy a mentir, tampoco era una locura de gente haciendo fila para llevarse cosas, pero tenía su tirón.
Llegué con una lista recomendada de periódicos y revistas que pronto hubo que cambiar. Porque, si varias personas te piden la Pronto y compras el Hola, que nadie lee, ¿no es mejor cambiar una por otra?
También había un niño gitano, ¡con un pelazo moreno y unos rizos!, que todos los días venía y me ayudaba a colocar las cosas en las estanterías. Luego volvía, cogía un libro, se sentaba a mi lado y leía un rato, hasta que le entraba calor y se tiraba al agua. Esa es la gracia de la bibliopiscina :)
De todo esto me he acordado por la noticia que publicaba hoy La Opinión de Murcia al de el regreso de las bibliopiscinas, 6 años después de que se suprimiera el servicio, esta vez con personal procedente de la bolsa de auxiliares de bibliotecas del Ayuntamiento de Murcia.
Cuánto tiempo ha pasado desde aquel verano de... ¿2006? ¿2007? Y, sin embargo, tengo la misma sensación de precariedad e inestabilidad laboral. Bueno, creo que ahora es peor :(

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